En la película “Piratas de Silicon Valley”, vemos como Steve Wozniak, se ve obligado a presentar, por un acuerdo contractual, a Hewlett Packard, los avances realizados en torno al desarrollo del ordenador personal. Wozniak y Jobs, ya habían presentado en Homebrew Computer Club, su primer ordenador personal, obteniendo un pequeño éxito entre los estudiantes e investigadores del, por entonces reducido, mundo de la informática. “¿Para qué quiere la gente normal un ordenador?” Le preguntaron a Wozniak, en Hewlett Packard, tanto en la película como en la realidad. Steve Jobs, celebraría este rechazo, y ambos continuarían con sus investigaciones en torno a la informática doméstica. Meses más tarde, tras la gran inversión de capital, 250.000$, de Mike Markkula, se funda Apple Computer, y sus creaciones Apple I y sobre todo Apple II serían la respuesta más eficaz y contundente que los fundadores de Apple, pudieron dar a HP, pues el embrión que rechazaron, se convirtió en el canon de lo que debería ser, y ha venido siendo desde entonces, un ordenador personal.
Las grandes ideas, por lo revolucionario o arriesgado de las mismas, son en ocasiones rechazadas como hemos comentado con anterioridad. Así pues, no es de extrañar que Hewlett Packard rechazara impulsar un mercado, el del ordenador personal, que consideraba inexistente, pues su posición como líder en el sector electrónico, le permitía no comprometerse en proyectos que pudieran resultar costosos o arriesgados. En la actualidad Hewlett Packard lidera el sector de los ordenadores personales y las impresoras, lo que viene a demostrar, que si bien su visión comercial en 1976, cuando Wozniak les presentó su primer ordenador personal, pudo parecer limitada, en realidad no se trataba más que de una visión conservadora, y que su influyente posición en el mercado de la electrónica, desde 1939, le ha hecho seguir manteniendo ese estatus, pese a no haber sido pionera en el ordenador personal.
En la actualidad, Hewlett Packard, tras haber cesado en la fabricación de smartphones y tablets, así como en el desarrollo de su propio sistema operativo para estos, WebOs, en plena evolución del mercado, parecía haber cometido el mismo error que cometió rechazando a Wozniak. Sin embargo, y como nos empieza a tener acostumbrados, el gigante de la informática, se destapó hace unos meses, anunciando que volverá al mercado con nuevos tablets con sistema operativo Windows 8, el primero, y junto a Dell, los únicos fabricantes en distribuirlos.
El rechazo a las ideas innovadoras ha sido y sigue siendo una constante en la evolución científica, tecnológica, económica y social. Por ejemplo, las nuevas tecnologías fueron adaptadas por las empresas con paso lento, y así, el comercio electrónico y la publicidad en internet, tardaron tiempo en desarrollarse, y todavía continúan haciéndolo. El correo electrónico fue aceptado por el usuario particular mucho antes de que se convirtiese en una herramienta de trabajo esencial. Las redes sociales han tenido una gran aceptación en la última década, sin embargo el progreso de la publicidad en las mismas ha sido y está siendo irregular. La evolución de las nuevas tecnologías es una muestra de lo costoso que puede llegar a ser la inversión en las mismas por parte de las empresas, aunque esta inversión pueda repercutir en interesantes ampliaciones de sus negocios.
Sin embargo, no sólo los avances tecnológicos tardan en ser asumidos por las empresas, grandes ideas se retrasan con fines económicos o políticos. Así pues, las grandes petroleras y fabricantes de automóviles, han invertido tanto en la compra de patentes de motores eléctricos o de agua como en energías renovables. El objetivo de estas adquisiciones, no es otro que conseguir el retraso de la aplicación de una tecnología que podría hacer caer su actual cuota de mercado. De esta manera, al igual que ocurriría con Hewlett Packard y su inicial rechazo al ordenador personal, la industria petrolera o automovilística, con su supuesta negación al coche eléctrico, en la década de los noventa principalmente, no estarían cometiendo un error, si no que estarían retrasando su entrada en el nuevo negocio, con el fin de mantener su actual cuota de mercado actual, además de asegurar su posición para un futuro, que ya está aquí.
Qué interesante tu publicación! Y qué de inventos rechazados en el primer momento, para luego convertirse en algo, que hoy en día, son casi imprescindibles para nosotros. El teléfono rechazado por Wester Union o que el teléfono móvil se rechazara en la Segunda Guerra Mundial, lo leo y me sigo sorprendiendo de cómo han cambiado las cosas, y lo que queda por cambiar todavía!
ResponderEliminarUna de las cosas que apuntas aquí, es algo que me llamo también la atención en la película y es la pregunta de "¿para qué querrá la gente un ordenador personal?". Viendo la película me di cuenta de la "cobardía" de HP por apostar en algo nuevo, por pensar en el futuro y no en el presente. Ahora compruebo dos cosas: que gracias a Jobs y su pensamiento de futuro, desarrolló los ordenadores personales que tanto nos hacen falta ahora. Y que, como tú dices, a pesar de no ser pionera HP del ordenador personal, ha conseguido mantenerse muy bien en el mercado de la electrónica, y para mí eso es de valorar.
Creo que este caso responde perfectamente al miedo irracional que muchos le tienen a lo nuevo, lo que en términos más coloquiales se conoce como: Neofobia.
ResponderEliminarDe por aquellos entonces era normal. Las Nuevas Tecnologías estaban "incubándose" todavía -por decirlo de alguna manera-. Era, en el caso de Hewlett Packard, como una falta de voluntad para no romper con la rutina de su trabajo.
Curioso cómo a veces el destino juega a favor de unos o de otros, dado que, de haber sabido que semejante "caramelo" estaba en sus manos, creo que HP se hubiera lanzado a la piscina -aunque esta estuviera vacía-.
Estoy de acuerdo. El miedo a lo desconocido nos persigue a todos en algún momento de nuestra vida. No nos atrevemos a arriesgar y a menudo nos pasa factura. La actitud de HP como bien se dice en esta entrada, es conservadora pero, ¿qué pasaría si hubiesen aceptado? El continuo “Efecto Mariposa” nos persigue y sobre todo está presente en los momentos clave de la vida. Lo que hizo HP aquel día, nos ha pasado a todos. Lamentablemente, el tren solo pasa una vez.
ResponderEliminarItsaxo, me da la impresión de que en el caso de HP, les da un poco igual perder el tren, pues parece que son dueños de la estación.
EliminarMe quedo con el último párrafo, HP no supo ver lo que tenía delante de sus ojos, pero también ha podido mantener posteriormente la cuota de mercado (como la que ha mantenido durante toda la década 2000-2009) estando en la cima de los ordenadores personales y portátiles. Distintas formas de ver el mercado empresarial, aunque la jugada les pudo salir realmente mal...
ResponderEliminar¿Y lo que no es o fue noticia? Habrá algún día es que nos demos cuenta de que las religiones y las políticas negaron el avance tecnológico y médico y...ah, no! Espera!
ResponderEliminarLa tierra redonda, ordenadores personales, teléfonos móviles, células madre.
Es cierto que en este caso HP es dueña de la estación, pero serán incontables los casos de grandes quiebres y bancarrotas por no ver pasar ese tren.
Ahora hablamos de HP porque supo comprar la estación de tren. Supongo que no todo el mundo está dispuesto a ser valiente y apostarlo todo por algo, entonces, tan volátil e intangible.